El duelo es la manifestación de dolor que se sufre cuando ocurre una pérdida.
La intensidad del malestar y su duración, varía dependiendo de la relación que se tenía con la pérdida, la personalidad de la persona, la situación actual en la que se encuentra...
Las reacciones que se presentan son, en la mayoría de los casos normales; a pesar de las particularidades de cada uno, emergen sentimientos, pensamientos y acciones comunes a todos aquellos que se encuentran en una situación de duelo.
Por ello podemos hablar de ciertas fases habituales, que pueden aparecer de forma simultánea o predominar una sobre otra.
Debido a la variabilidad de las fases, es complicado establecer los tiempos de duración de cada una de ellas; de todas formas, el psicólogo puede ayudar a llevarlas mejor y aceptar las emociones que emergen para la futura recuperación de la vida asumiendo tal pérdida.
Las fases se podrían establecer:
Primera Fase: Shok.
Sus características más importantes son: Incredulidad, impacto, angustia aguda acompañada de llantos, sensación de ahogo, debilidad muscular,palpitaciones...; es cuando aparece la ruptura de la situación, apareciendo un punto de inflexión entre al ayer y el mañana, siendo conscientes de que hoy la situación ha cambiado y hemos perdido algo realmente muy valioso en nuestra persona y no sabemos como lo vamos a manejar.
Segunda Fase: Rabia o cólera.
Una vez superado el bloqueo comienza a incrementar la Ansiedad debido a que nos sentimos amenazado por la situación, elevados sentimientos de Rabia con preguntas frecuentas tales como ¿Por qué?, de Culpa producto de pensamientos tipo "igual yo podría haber hecho", "Si hubiera dicho esto, igual hubiera cambiado algo" y aparición de llantos espontáneos.
Tercera Fase:Aceptación de la Pérdida.
Las reacciones de la fase anterior pierden intensidad y la persona acepta la realidad de una nueva situación. Sus características más importantes son: Nerviosismo por la separación de la propia pérdida, invasión de recuerdos y búsqueda de acercamiento con la pérdida (Aunque sabemos que no lo vamos a recuperar, hacemos cosas como ponernos su ropa, escuchar sus canciones favoritas.. en el caso de fallecimiento de un ser querido o una ruptura sentimental traumática).
Cuarta Fase: Fase de Desesperación.
En esta fase la persona se convence de la imposibilidad de dar marcha atrás en su vida y eliminar lo acontecido con el resultado de ver que nunca va a recuperar lo pérdido.
Aquí, la persona experimenta verdaderos sentimientos de desesperanza acompañados de aislamiento, frustración e impotencia; el apoyo social y psicológico en esta fase es muy recomendable.
Quinta Fase: Cicatrización.
Llegados a este punto la persona acepta la pérdida, adaptando sus patrones de conducta a la nueva realidad, con el fin de permitir llevar a cabo nuevas actividades. Sus características más importantes son: abandono de roles anteriores, búsqueda de un significado, reconstrucción de un modo de vida, curación de la herida, aumento de la energía física.
Sexta Fase: Recuperación.
Cuando la persona ha realizado los cambios necesarios en su vida, ha recuperado un sentido positivo para sí mismo y ha logrado encontrar cualquier cosa que le de un sentido y propósito, se encamina hacia el fin del duelo aprendiendo a vivir para uno mismo sin reacciones semejantes a la experimentadas durante el duelo.
Recuerda que: "Si se comprende esa pérdida, se valora lo perdido". Albert Espinosa
El duelo no es solo el sufrir por el fallecimiento de un ser querido, existen muchas perdidas en nuestra vida: despido laboral, divorcio, la pérdida de nuestra salud al escuchar el diagnóstico de una enfermedad, ruptura sentimental, cambio de estilo de vida... Si crees que necesitas ayuda o no sabes como ayudar a alguien que este pasando por un duelo sea del tipo que sea no dudes en llamarnos.
Cristina Gonzalvo Jaso. Psicologa en Pamplona. Consultas: 654912504.
El Trastorno del Síndrome del Cuidador, se presenta especialmente a quienes desempeñan el rol de cuidador principal de una persona dependiente como:
personas mayores, personas con alteraciones neurológicas, pacientes de enfermedades crónicas con importantes limitaciones, o personas que sufren una enfermedad (habitualmente cáncer).
El agotamiento físico y psicológico, son propios de quien sufre este síndrome puesto, que la persona que adquiere la responsabilidad del cuidador principal tiene que afrontar una situación nueva para la que cree que no está preparada y que consume gran parte de su tiempo, presentando cambios en su vida diaria.
Algunos de los cambios pueden ser:
- Variaciones en el estado de ánimo: Tristeza, sentimientos de culpa, ansiedad, miedo, irritabilidad...
- Modificaciones en las relaciones: Reestructuración e implantación de nuevas tareas en el entorno familiar, aclimatación de todo lo que tenga que ver con la enfermedad de la persona a cuidar (búsqueda de recursos, médicos, hospitales...)
- Modificaciones en tiempo de ocio: Disminución del tiempo dedicado a la familia, disfrute personal, amigos...)
- Despreocupación de la propia salud: Trastornos del sueño, dejadez alimentaria, cansancio..
- Variaciones a nivel laboral: Absentismo, cambios de turno, abandono...
Todo esto puede afectar a la persona pudiéndose presentar alteraciones emocionales normales como irritabilidad, desmotivación, tristeza, soledad, culpabilidad..;pero si estas no se manejan correctamente pueden llegar a cursar depresión, altos niveles de ansiedad, estrés... sufriéndolo el cuerpo también con dolores de cabeza, pérdida de apetito, insomnio.
Es muy corriente observar el abandono total o parcial de la propia persona por el cuidado de otra; pero hay que tener en cuenta que para encargarse de otra persona se tiene que estar fuerte, por tanto no olvidar jamás el propio cuidado.
La foto tomada es fotograma de la película "Intocable" donde se observa la admirable relación que existe entre la persona dependiente y el que adquiere el rol de cuidador. Muy recomendable.
Podemos ayudarte a manejar los posibles cambios emocionales para que afrontes mejor la nueva situación con sus dificultades con la mayor calidad de vida posible.
Cristina Gonzalvo Jaso. psicóloga en Pamplona. Consultas: 654912504
Consultas en Pamplona y Zaragoza Teléfono de contacto: 652211235 Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.